Jujuy no solo es considerada como una ciudad amigable, sino además muy solidaria. Para los jujeños no es una novedad cuando en los diarios se refleja algún hecho de empatía que tiene como protagonista a un jujeño.
Pero esta vez, la historia tiene a una heroína que no dudó en hacer lo correcto y devolver lo que no era suyo. Algo que, muchos se hubieran sentido tentados a hacer la vista gorda, Hilaria puso primero sus valores, lo que aprendió de su familia, cuando era una niña y los que lleva como bandera en su vida.
Hilaria es una vendedora de arroz con leche de Humahuaca, que al igual que todos, sufrió el golpe de la pandemia. Durante mucho tiempo, su emprendimiento estuvo sin funcionar porque la baja turística no le permitía retomar su ritmo habitual. Luego, el destino le puso una prueba muy difícil de saltar; en la encontró una billetera que tenía 300 dólares, a moneda actual, es la suma de unos 40 mil pesos argentinos.
“Lo primero que pensé fue dejarlo en algún lado para que esa persona lo pueda encontrar. Si a mí me pasara algo así, me gustaría que me lo devuelvan”, reveló la mujer a los medios jujeños, una vez que la noticia se viralizó y todos fueron en busca de su testimonio. “Había una licencia de conducir, me di cuenta que no era un apellido conocido y lo primero que pensé es que capaz era un visitante”, explicó la vendedora.
La esencia del jujeño es esa. Ayudar. Perseverar y trabajar duro por lo que uno quiere. Hilaria es el claro ejemplo de lo que para un jujeño significa la honestidad y los valores en los que se mueve. ¡Ojalá todos tengamos una Hilaria en nuestras vidas!