Por Diego Nofal

Twitter: @turconofal

Los vieron llegar desde Jujuy, traían a cuesta unas pocas provisiones y el sueño de ser libres, al frente de la interminable fila marchaba Belgrano. «Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reunirnos al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres», les había dicho el General a los jujeños.

Los tucumanos los recibieron como hermanos, los alimentaron y curaron sus heridas. Luego cargaron sus fusiles dispuestos a honrar el sacrificio de los patriotas que habían dejado su vida y sus pertenencias en Jujuy.

Las primeras luces del día hicieron brillar las lanzas tucumanas y el sueño de libertad cegó a los invasores españoles. «Sólo hasta aquí llegarán» fue la frase que resonó entre el ruido de la artillería. Tras un día de lucha los españoles alzaron las banderas que marcaban la retirada de su ejército.

La batalla que empezó con el Éxodo Jujeño un 23 de agosto, llegaba a su fin en la noche de un 24 de septiembre, la valentía y fiereza de los tucumanos le había puesto fin al avance de los invasores. Unos años más tarde, en esas mismas tierras, y sobre la sangre del enemigo, se declararía la independencia de nuestro país.