No es un misterio que Jujuy es la provincia más elegida por los turistas para disfrutar de las vacaciones o para relajarse. La fusión entre los paisajes y la tranquilidad que abraza a los visitantes se convierten en el escenario perfecto para el descanso que se busca. Aún así, es inevitable respirar el arte y la historia que reposan en algunos puntos de la ciudad de San Salvador. Las obras de Lola Mora son un verdadero atractivo, imposible de pasar por alto.
Pero antes de hablar de las esculturas que adornan a la capital, tenemos que responder a la pregunta que todos se están haciendo ¿Quién fue Dolores Candelaria Mora Vega? Más conocida como Lola Mora. Bueno, sin dudas fue una mujer talentosa y audaz que rompió los cánones de la época. Su rebeldía la llevó a sufrir la censura por lo que ella quería demostrar a través de sus trabajos.
Hay dos provincias que se disputan el origen de la artista, nacida el 17 de noviembre de 1866. Los salteños defienden a muerte que Lola Mora nació en Tala, mientras que del otro lado, los tucumanos ponen el grito en el cielo y afirman que la mujer nació en Trancas. No obstante, lo único indiscutible fue su impresionante trabajo, sus increíbles obras de artes que hoy reposan en los jardines de Jujuy.
Para el dolor de los salteños, la artista siempre supo reconocerse como tucumana, pues fue en esa provincia en donde realizó sus estudios primarios y fue allí en donde su profesión y su vocación comenzaron a aflorar. Habían pasado 2 años tras la pérdida de sus padres, ella tenía 20 años cuando comenzó con la pintura basándose en el neoclasismo, estilo que le abrió la puerta a la más alta sociedad tucumana y comenzó a realizar trabajos por encargo y ser parte de un círculo selecto.
Luego de concretar sus primeras experiencias laborales emprendió un viaje a Buenos Aires, para luego partir hasta Italia. Allí conoció al escultor Giulio Monteverde quien fuera el artífice de la explosión artística de Lola Mora. Fue él quien le sugirió dedicarse a la escultura y tenía razón: el éxito no tardó en llegar. Pronto llegaron las exhibiciones en Europa y se llevó varias medallas.
Su vuelta al país
En su vuelta a la Argentina, en el año 1900 Lola Mora recibió uno de los encargos más importantes que hasta el día de hoy se exhibe en la Ciudad de Buenos Aires. Estamos hablando de la La Fuente de las Nereidas. Pero ya volviendo a San Salvador de Jujuy, en donde descansan las obras de esta reconocida y adelantada (para su época) artista. La Libertad, La Justicia, El Progreso y La Paz se encuentran sobre los jardines de la Casa de Gobierno, en tanto que El Trabajo tiene reservado un espacio en el casco céntrico. También se encuentra la obra Los Leones en la plaza de Ciudad de Nieva.
Meses atrás, este medio pudo hablar con la directora provincial de Cultura, Arquitecta Valentina Millón (Ver nota haciendo click aquí), quien reveló que hay un grupo de profesionales que está trabajando en el proyecto de armado de los protocolos correspondientes para trasladar las esculturas de la artista tucumana al nuevo Centro de Interpretación Lola Mora que estará ubicado en Alto la Viña, el cual se encuentra en plena construcción.
Ya lo dijimos, Lola Mora fue una adelantada para su época, un momento de la historia muy difícil para revelarse. Pero ella lo hizo, aguantó los rumores de amoríos con el Presidente Julio Argentino Roca, se dudó de sus preferencias sexuales, pero nada le impidió pasar a la historia como una artista empoderada y rebelde que hoy goza del reconocimiento eterno hacia su trabajo. En su memoria, la ley 25003 instituyó, en 1998, la fecha de su nacimiento como Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas.