Jujuy es una provincia de tradiciones ancestrales que hasta el día de hoy siguen vigentes y en algunas localidades son el motor del turismo regional. Este mes es de celebración y fe y en cada rincón de la provincia se celebrará un nuevo festejo. Uno de los más populares es sin duda el Toreo de la Vincha. Esta actividad es una de las más concurridas no solo por los lugareños sino por los turistas que llegan a Jujuy durante esta temporada. Este evento se lleva a cabo en la localidad de Casabindo.
El objetivo de esta actividad es sacarle una vincha a un toro pero antes de continuar con esta escritura, es necesario remarcar que el animal nunca es lastimado. La vincha que tiene el taurino en su cabeza tiene monedas que luego serán ofrendadas a la Virgen de la Asunción, patrona del lugar. A diferencia de las corridas en España, el toro nunca está en riesgo, sí lo está el torero que debe esquivarlo por lo menos tres veces antes de quitarle la vincha.
Suponiendo que el torero no cumpla con esquivar tres veces al animal, la toreada queda anulada automáticamente. Los lugareños participan en este juego para demostrarle a todo el público que pueden realizar esta hazaña sin temor alguno, aunque algunos casos tienen ya una cuestión más personal. De todas maneras no deja de ser un riesgo, pero es algo a lo que los lugareños están dispuestos a correr.
Habiendo contextualizado un poco de qué trata el Toreo de la Vincha, hablemos un poco de lo que significa la fiesta. Comienza el 15 de agosto y la localidad de Casabindo realizan un gran agasajo para honrar a la Virgen y recibir a los visitantes que vienen de todas partes de la Puna, pero también vienen turistas de otras partes del país.
Por un lado, los hombres se preparan para enfrentar al toro y por el otro, las mujeres acomodan el altar en la iglesia para lo que será la Misa central. Este es un ritual en el que se le cambia la imagen a la Virgen y se le pone una cabellera nueva que es confeccionada con cabello donado en su mayoría por niños, esto es considera todo un símbolo de fe y entrega.
Volviendo al toreo, claro que tiene una razón de ser. Está vinculado a la protección y busca celebrar la relación que existe entre el hombre y los animales. Como una forma de agradecimiento y respeto hacia la naturaleza. Cada año, el Toreo de la Vincha reúne a más y más fieles que durante este mes eligen lo mejor de sus cosechas y de su ganado para ofrendarle a la Virgen.