Por Nahuel Flores, profesor de Historia
En el Barrio Bajo la Viña, entre las calles Dr. Jorge A. Zenarruza hasta Dr. Siufi, se encuentra la calle doctor Teodoro Sánchez de Bustamante. Es particular su nombre, pues la Escuela Nacional N°1 lo adoptó a modo de reconocimiento por su labor. Lo que muchos no saben es la historia detrás del nombre o del “apellido”.
Teodoro nació en la ciudad de San Salvador de Jujuy en 1778, hijo de Domingo Manuel Sánchez de Bustamante y de María Tomasa Gonzales de Araujo. Sus primeros estudios los cursó en el Colegio San Carlos de Buenos Aires, donde encontró amistad con Mariano Moreno. Posteriormente, se dirigió como muchos de nuestros héroes jujeños a la Real Universidad Pontificia San Francisco Xavier, donde se graduaría en Leyes.
Cabe resaltar que esta alta casa de estudios dependió de la administración de la Orden de los Jesuitas hasta su expulsión del Reino de España, que en cuyas universidades se mantenía la enseñanza de La Escuela de Salamanca (ya anteriormente nombrada en otro artículo).
En esta universidad, un 25 de mayo pero de 1809 se inició una revuelta estudiantil contra la Corona española, en parte por la oposición a lo que consideraba una injusticia la expulsión de los Jesuitas, pero también influenciados por las ideas de los limites que debe de tener el monarca (la casa Borbón era absolutista) sobre la dignidad de las personas y preservar los derechos fundamentales del hombre (hoy conocidos como derechos humanos).
Sobre estas ideas de libertad, ley y respeto a la dignidad se formó Teodoro Sánchez Bustamante, pero no fue el único pues veremos en otras publicaciones que otros Héroes de la Patria también se influenciaron por estas ideas. Y quizás lo enfrentaría a otro alumno de la Escuela de Salamanca: Belgrano, por no coincidir en bando que exigía el Éxodo de la provincia.
Teodoro sirvió a la Patria en la administración y gobernabilidad política del norte, fundamentalmente en Jujuy y actualmente Bolivia. Paisano de estas tierras, conocía las “mañas” de los pobladores norteños y la forma de influir sobre la alta sociedad en apoyo de la causa. Así, su papel en el Cabildo de Jujuy fue determinante para conseguir fondos y apoyo político para el ejército del Norte.
Estuvo presente desde la bendición de la Bandera argentina hasta el Éxodo. Durante el congreso independentista de 1816 presidió la reunión, y aunque no hay registros, se intuye su influencia en la redacción del escrito final.
Actividades Ad Honorem
Fue político, docente, patriota, abocado a su pasión: las leyes. Jujeño de pura cepa, acérrimo defensor de la autonomía provincial fue una figura política muy importante para la historia del norte que no alcanza la gama de títulos y funciones públicas que gestionó de forma honorable: Teniente gobernador,cabildante, diputado nacional por Jujuy, auditor del Ejercito del norte; Fiscal (muy pocas funciones públicas eran pagas, más se hacían Ad Honorem).
Falleció en Bolivia, exiliado por las guerras internas como San Martín, donde fue rector del Colegio Nacional de Santa Cruz. Murió lejos de su Patria, del Jujuy que lo vio nacer y crecer como ser humano e intelectual. Falleció en 1851, hoy descansa en paz con justicia de sus méritos en la Catedral de San Salvador de Jujuy.