Cáncer de mama

Por Diego Nofal, para Seguime Jujuy
Twitter: @turconofal

Les parecerá raro leer a un hombre que escribe sobre el cáncer de mama y eso está muy mal, primero porque los hombres también padecemos ese tipo de cáncer y segundo porque detrás de cada mujer enferma hay una familia y una historia que se reescribe constantemente.

 Creo que fue en el 2012, creo que ya no quiero acordarme. Era día del padre o alguna festividad similar, como les dije, no quiero acordarme. Ahí me enteré que mi hermana se había hecho una biopsia y había que esperar unos días para saber el resultado.

Por aquel entonces yo transitaba una dolorosa separación, una vida turbulenta y una carrera en ascenso. Todo quedó opacado con el “hay que hacer quimio, pero no hagas show y llamala a tu hermana” que me espetó mi cuñado. Nada más importó en ese momento, todas las luces se apagaron, por segunda vez la palabra cáncer llegaba a la familia. La primera había sido mi tía, la hermana mayor de mi vieja, por lo que la tendencia empezaba a quedar clara: nos íbamos a tener que acostumbrar a esa mierda.

Todos sabemos qué cosas provocan cáncer. El problema es que son todas las que te gustan y casi todas las que te rodean. No obstante es una enfermedad que elige a la gente, pero aún no sabemos cómo. Suele estar asociada a los excesos, si fumás mucho, casi seguro que te hayas comprado muchos boletos del lotocáncer como lo dice Mariana, una sobreviviente, en este blog. Si buscas información esa web te va a sacar varias dudas y si tenés muchas ganas de leer algo lindo te va a encantar.

Es verdad que si llevás una vida saludable es menos probable que te crucés con el cáncer en el camino, pero nada te asegura que no vayas a padecerlo. Por eso la primera intención de esta columna es abrazarte si estás pasando por esta situación de mierda y te toca acompañar a alguien cercano con esta enfermedad. Quiero también darte algunos consejos.

El primero es: sécate las lágrimas. El cáncer se controla y se cura, además lo último que necesita el enfermo es verte lloriquear como si se hubiera muerto cuando está LUCHANDO POR VIVIR. El segundo es: creeme el cáncer se cura, mi tía se murió a los 80 y la mató el COVID-19, el cáncer le pegó fuerte dos veces pero nunca le ganó ni un round.

Ahora los consejos restantes, el enfermo está enfermo, la quimió lo revienta, al menos las primeras veces. No le preguntés cada 10 minutos “¿cómo estás?”, está como el orto, le metieron en el cuerpo químicos que inhiben la reproducción celular y que el cuerpo los rechaza. Imaginate que cuando te emborrachás el cuerpo te la cobra como tres días y eso que la basura que le metiste a tu cuerpo fue purificándose en el camino, acá los químicos van directo a la sangre y eso seguro no está bueno. Escuchar el “¿cómo estás? cada 10 minutos, te hace peor.

Por otro lado, la marihuana, los gorgojos, los yuyos incas, la meditación TODO PUEDE SERVIR, investígalo y acercale al médico lo que averigües, pero siempre quédate con lo que él decida, porque alguien tiene que capitanear el barco de la cura y acá, posta, donde manda capitán los marineros se quedan callados. Tu laburo es acompañar, estar ahí cuando vomite, cuando le quiera gritar a alguien, estás ahí para decirle que todo va a estar mejor, porque de verdad todo va a estar mejor.

Por último aferrate a la vida, no pensés ni por un segundo en la posibilidad de que las cosas no salgan como las esperás, se va a curar y vos vas a estar ahí para verlo. Todas esas noches que lloraste en la ducha para que nadie sepa que estabas llorando van a valer la pena y todo ese optimismo te va a servir para sacar pecho y decir “vieron, yo les dije que estaba todo bien”.

Ahora voy a pasar a la segunda intención de esta columna: pedirte que te cuides. Con mi hermana menor, casi a modo de chiste siempre tenemos cáncer. Si nos duele la cabeza nos desesperamos y no dormimos. “Zai me duele la cabeza, seguro tengo cáncer no como la vez pasada que creí que tenía pero sólo me dolía porque me golpeé con la ventana”, son conversaciones habituales. Si tenés antecedentes siempre hacete un chequeo y avisale a tu médico que hay antecedentes en tu familia, no llamés la enfermedad pero viví tu vida como si siempre estuviera detrás de la puerta.

Además si tenés hijos hacele un chequeo y avisale a su médico que en tu familia hay antecedentes de cáncer, hice esta columna por pedido de la editora y para decirme a mí mismo que tengo una hija, que soy su ejemplo, que si yo como saludable ella lo va a hacer, que si hago actividad física ella va a imitarme. También escribí esto para agradecerle a Mariana por ser un ejemplo de vida y supervivencia para mí. Te amo, gracias por curarte.