Por Nahuel Flores, profesor de Historia
La Avenida 19 de Abril se extiende la intersección con la calle Patricias Argentinas hasta Canónigo Gorriti, cuya esquina se levanta la Legislatura de la Provincia de Jujuy también llamada “Casa de Piedra”.
El nombre de la Avenida evoca un suceso significativo para los jujeños: La fundación de la ciudad de San Salvador de Jujuy, para ser mas preciso “San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy”. La fundación de la que hoy es capital de la provincia trascurrió en dos intentos de fundación.
El primer intento tuvo lugar 20 de agosto de 1561, empresa llevada por Juan Pérez de Zurita, en el actual barrio de Ciudad de Nieva pero que no prospero. El segundo, el 13 de Octubre de 1575 con el amparo de Pedro Ortiz de Zarate, cuya fundación se llevó en “Punta Diamante”, en la unión del Río Xibi-Xibi y el Río Grande, que tampoco prosperó.
La fundación ya definitiva se realizó 19 de abril de 1593 día festivo de San Salvador, por el cual el nombre de “San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy” le fue dada a la recién nacida ciudad con la iniciativa de Francisco de Argañaraz y Murguía.
Argañaráz preparó la caravana que partió desde Salta, muchos de lo que los acompañaban eran naturales o españoles (pobres en su mayoría) que buscaban nuevas tierras donde prosperar con lo poco que tenían, aun en ellos pesaba la frustración de los intentos anteriores de fundación, Argañaraz típico hidalgo se arrojo a los molinos de vientos de una nueva ciudad que podría, o no, nacer.
Así, el 17 de Abril, Argañaraz nombró a Rodrigo Pereira como el primer Escribano público y oficial para la constitución de un Cabildo. Como el Domingo 18 de Abril fue día de Resurrección y para preservar como día de santa memoria preparo para el lunes 19 de Abril el acto de fundación de la nueva ciudad. Los primeros rayos de la mañana después de las Laudes, concentro a los Naturales y Españoles en la Plaza de Armas (hoy Plaza Belgrano).
Un extracto de un articulo del Colegio de Profesores de Historia de Jujuy, Las Tres Fundaciones en el Valle de Jujuy, relata:
El escribano Pereira puso de manifiesto, en el acta de aquel momento, la esencia del pensamiento de Argañaráz » Que es notorio en esta dicha provincia el ha venido es este dicho Valle de Jujuy y asiento donde está con ella a poblarla y conquistar los naturales que están de guerra rebeldes contra el servicio de su majestad para que su real corona vaya en acrecentamiento de la palabra del santo evangelio y cosas de nuestra santa fe católica y reciban el santo bautismo y cesen los robos,, muertes y daños…..»
El resto fue historia. Jujuy se erigiría como la ciudad clave para el traslado de bienes y procurar el resguardo del comercio que se dirigía al Alto Perú. Sera esta ciudad teatro de operaciones en las guerras de independencia, que dará ilustres héroes que sostendrán la causa emancipadora durante 25 años hasta el sofocamiento del ultimo reducto realista en el Combate de Tumusla en 1825.
La ciudad de Jujuy significó para el imperio español un punto clave de comercio y traslado de bienes hasta el puerto del Alto Perú y mas tarde en Buenos Aires; durante la campañas emancipadora, pieza clave en el sostenimiento del Plan Sanmartiniano de Liberación:
Mientras en el norte resistía Jujuy en sus paisanos y capitanes, con apoyo de Güemes y Salta, San Martin liberaría Chile y Perú.
Si algo distingue a esta ciudad es su valor entregado para romper las cadenas que ataban a estos valles al Absolutismo despótico Español que olvido los principio de Isabel la Católica y abrazo el despotismo por el cual, sus hijos emanciparon vínculos políticos (pero no culturales) para decidir su destino como una nueva Nación y Estado soberano. Pero sin la pieza calve de Jujuy en el mapa estratégico militar, quizás seriamos una “Commonwealth” a la española.