Rocío Manzur es una artista jujeña que busca siempre innovar, que su público se lleve algo más que un buen show musical. Rocío quiere que sus fanáticos vivan una experiencia inolvidable y nunca decepciona. El fin de semana pasado, el 30 y 31 de octubre eligió un escenario poco convencional pero muy representativo.
Como buena jujeña el carnaval corre por sus venas y en su show no quiso dejar de homenajear a esta festividad tan representativa de Jujuy. En dialogo exclusivo con Seguime Jujuy, la artista local destacó que «Luces es mi primer álbum y el espectáculo se abrió con el desentierro simbólico, luego estuve tocando mis temas y luego un set de coplas, agradeciendo a todo el equipo y cerrando el show con el entierro simbólico».
Gratitud y satisfacción son las palabras que elige para describir su presentación en Purmamarca y todo el esfuerzo de su equipo y los colegas que la acompañaron. «Fue mágico estar ahí, compartir con mis colegas, con la gente vivir ese momento especial» dice Rocío y es como si las palabras no alcanzaran para agradecer o para explicar lo que ella vivió y lo que se le grabó a fuego en el corazón.
«Me llevo muchas ganas de hacer más. Fueron muchos hallazgos también, de encontrar este concepto de recitales en paisaje, de integrar a la naturaleza, de compartir con distintos profesionales, fue muy gratificante» dice Rocío Manzur y promete repetir esta fórmula en presentaciones futuras no solo en Jujuy y rápidamente confiesa «no sé si en el mismo lugar o buscaremos otro» al tiempo que desnuda la esperanza de poder llevar su show a otras provincias.
La obra que cambió su vida
Rocío Manzur y la palabra arte son sinónimos, están destinadas a una larga vida de aprendizaje con el éxito asegurado. La jujeña dio sus primeros pasos en ese mundo explorando la actuación con el reconocido actor Julio Chávez. Si bien es licenciada en Administración de Empresas, su historia corre por otro lado, es artista por elección.
Durante el tiempo que estuvo estudiando su licenciatura se mantuvo alejada de los escenarios pero cuando se recibió decidió que era tiempo de volver. «Soy más del palo del arte» confiesa entre risas y cuenta que pasó de la actuación al canto gracias a la obra de Gustavo Cerati. «Tenía ganas de vincularme con la música, de aprender a tocar un instrumento» dice Rocío, hasta que el corazón le avisó que del otro lado de la vida la esperaba una nueva carrera, un nuevo sueño.
«Así fue que se me despertó el bichito de empezar a componer a escribir mis temas, se me despertó el deseo de tener mi propio álbum. Empecé a estudiar canto, a vincularme más con la música y hasta el día de hoy sigo experimentando». Rocío empezó esta nota agradeciendo al público por la recepción que le dieron desde el primer momento y finalizó la entrevista de la misma manera. Agradeciendo.
«El público jujeño me abrió las puertas de una manera hermosa, muy cálida y con mucho amor. Es muy lindo tener esa recepción y que la gente lo apoye. Estoy muy agradecida de todos los jujeños que compartieron conmigo». Estamos ante una artista jujeña que no le teme a los desafíos, a romper con los estereotipos para que su público se lleve un cúmulo de sensaciones y así lo hace y no defrauda.