Rocío Bustos Arevalos es oriunda de la ciudad de Córdoba, dónde se crío, pero muy joven llegó a la provincia en búsqueda de trabajo. Con la humildad que la caracteriza y ese afán de no decaer ante las situaciones de la vida, hoy nos muestra su proyecto.
Actualmente se dedica a las artesanías de arcilla y como otra tarea realiza masas, maicenas y otras elaboraciones dulces. Rocío Bustos Arevalos dialogó con Seguime Jujuy y esta es su historia.
“A los 20 años me mudé a la provincia de Jujuy y la verdad era muy chica, extrañaba mucho mi pago, de ahí tuve a mis hijas y me instale acá en Jujuy” informó la artesana.
“Todo surge en el 2020, partir de qué yo me ví afectada en la pandemia, salía a vender ropa usada y por el confinamiento me tuve que quedar en casa, fueron momentos difíciles. Es ahí cuando dije tengo que hacer algo y me dedique a hacer artesanías” comentó la madre.
Rocío en medio del confinamiento encontró la manera de poder conseguir dinero para subsistir a través de las artesanías que ella realiza, ollas de cerámica, cuadros, macetas, mates, juegos de té entre otros.
“Yo no aprendí de ningún lado no tengo ningún título, lo hago por lo que siento, se me ocurre ideas y las realizó, me gustan los paisajes, las flores, cactus, y en especial las negritas. El trabajo que hago es espontáneo” contó la artesana autodidacta.
«Hoy en día es mi sustento y nunca creí que se pudiera vender tanto lo artesanal, es por eso que cada día busco crear nuevas cosas, nuevas pinturas y cosas dulces para poder salir adelante» cerró Rocío, quien dejo su contacto para todas las personas que quieran adquirir sus trabajos 3884228686.
El proceso de elaboración
Con las manos como herramientas y la imaginación de a poco, Rocío fue probando como realizar las artesanías, sin contar con el material especial y con pocos recursos pudo recrear ollas y vasijas de arcilla realizadas a mano.
Nos comenta que la arcilla viene en terrones en tierra también, material que luego se muele y se mezcla con agua hasta alcanzar el punto exacto moldeable para darle forma
Una vez que tomó forma, se cocina a 1000° de temperatura y se lo pinta dependiendo el cliente quienes aveces prefieren la vasija o el producto liso y otros con algún diseño en específico.