Hugo Martínez fue presidente en la Asociación Tradicionalista Social y Cultural La Juventud (más conocida como la Juventud Alegre de Humahuaca) durante tres años. Conversamos con él sobre sus experiencias disfrazado de diablo en la comparsa que presidió.
“El Carnaval es un festejo que desde un principio tiene como objetivo agradecer a la Madre Tierra. La mayoría de nosotros, que vivimos en los pueblos del norte, nos dedicamos a todo lo relacionado a ese rubro campestre.” comenta Hugo, quien enfatiza en la importancia de conocer el motivo por el cual se celebra el Carnaval. “Muchos solo lo conocen como una festividad en donde la gente se tira talco y Rey Momo, y festejar así está perfecto. Pero está bueno recordar, en un principio, por qué lo hacemos”.
Asimismo, Hugo indaga sobre la historia del diablo en Carnaval, el protagonista principal de esta celebración: “Todo comienza con el Sábado de Desentierro, el cual suele hacerse el 26 de febrero. Son muchas personas las que acompañan esta ceremonia, te diría que miles y miles. En algunos pueblos el desentierro es un acto simbólico, pero en otros, como Maimará, el diablo es representado mediante un muñeco. Allí comienza el festejo.”
Entre coplas, música, disfraces y baile, las comparsas se encargan de transmitir alegría en el ambiente durante los nueve días de celebración. Nuestro entrevistado recuerda sus días como diablo con mucha nostalgia: «El diablo, llamado Coludo o Pujllay, simboliza la celebración. Es la alegría del carnaval. Nosotros, en la comparsa, cumplimos con el mismo objetivo: animar y divertir a todos. Sacamos a las personas a bailar, se arman parejas… es una experiencia única e inolvidable”
Hugo remarca que “el anonimato del diablo es fundamental”. Los disfrazados pasan meses cosiendo sus trajes, y al momento de usarlos, se los intercambian entre ellos. “Esto es para no dejar ni una pista sobre nuestra identidad. Cambiamos la voz, e incluso, algunos se ponen tacos para cambiar su forma de caminar. Es muy divertido porque se puede sacar a bailar a la familia, y ellos no van a saber que sos vos. O podrías sacar a bailar a la chica de tus sueños, quien quizás no se fijaría en vos si estuvieras sin el disfraz” comenta entre risas. “Es como una magia que solo se da en Carnaval”
Cada tres años, la comparsa se encarga de votar a su nuevo presidente y establecer nuevas metas para el grupo. En el año 2007, Hugo fue el elegido: Es una gran experiencia, porque siempre estás buscando nuevas cosas para hacer e innovar. Conocés muchísima gente, estamos todo el año organizando y discutiendo nuevas ideas. Hoy en día, considero que el Carnaval cambió mucho y siempre voy a preferir celebrarlo en el norte. Pero su esencia perdurará por siempre. La alegría es la esencia del Carnaval”