(Matías Jovet)

Inés Cardozo Geravilla, profesora de historia, conversó con Seguime Jujuy sobre la importancia de los relatos orales como íconos de nuestra cultura. Además, a través de uno de estos relatos, nos contó el origen del nombre “Humahuaca”, lugar frecuentado para celebrar el Carnaval.

En el año 2003, Inés entrega su tesis sobre el carnaval jujeño, denominada “La cultura popular como identidad del hombre de la Quebrada de Humahuaca” junto con otros dos de sus compañeros. “Elegí este tema porque el Carnaval significa diversión, pero además considero que es una tradición a la que hay que tenerle respeto. Siempre hay que agradecerle a la madre tierra, la Pachamama” comenta.

Para realizar esta tesis, se han realizado múltiples entrevistas. A partir de las mismas, Inés se da cuenta cómo gran parte de nuestra historia fue escrita gracias a la memoria de generaciones enteras. “La historia oral está sometida a todas las vaguedades y debilidades de la memoria humana.  Sin embargo, no la considero muy distinta a la historia como un todo, ya que la misma suele ser distorsionada y vista desde la lente contemporánea” sostiene. “Coincido con Herodoto, quien pensaba que en las sociedades sin escritura y en los antecedentes ágrafos de nuestra propia sociedad, la historia era una tradición oral, conservada solo en la memoria viva y transmitida de generación en generación, por medio de narraciones y cuentos populares”

La Quebrada de Humahuaca es la región en donde el Carnaval cobra vida. Existen varias leyendas y creencias populares de esta zona, siendo la de Pujllay, el diablo carnavalero, la más conocida. Esta cual cuenta que en cada desentierro posee el cuerpo de aquellos que se animan a abandonar la rutina, permitiéndoles hacer todo tipo de travesuras. Humahuaca, la ciudad cabecera de esta región, tiene su propia leyenda que explica el origen de su nombre. 

Inés nos comenta que este relato cuenta la historia de un amor prohibido entre Soncocolila (Corazón de Paloma) y Rumi (piedra) cuyos padres eran los caciques de dos tribus que estaban en guerra. Ambos se encontraban secretamente, hasta que una tarde Rumi es descubierto por la tribu enemiga. Uno de los indios disparó su flecha atravesando de parte en parte a Rumi y se ordenó que fuera decapitado. Su rostro aún conservaba una expresión de llanto y parecía que la cabeza seguía llorando porque las lágrimas rodeaban una por una las mejillas ensangrentadas. Los guerreros, al ver esto, exclamaron ¡Humahuac! ¡Humahuac! qué signfica: “la cabeza llora”.

Relatos llenas de tragedia y llanto hoy florecen en nuestra cultura, que espera a todos los turistas para seguir contando más y más historias.

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