Las Salinas Grandes siguen siendo la atracción principal de Jujuy. Desesperados por la emoción de conocer el enorme salar jujeño, los turistas que llegan a la provincia no hacen más que buscar y averiguar la manera de llegar a ese imponente lugar. ¿Por qué decimos que enamoran? Porque vienen de Francia, Japón, Brasil y Chile para conocerlas.
En esta nota vamos a contar la experiencia que tuvieron dos santiagueños, que llegaron con el mismo objetivo que los franceses y los japoneses: conocer las Salinas Grandes. «Primero vamos a hacer base en Tilcara y luego vamos a las Salinas», contaron Esteban y Verónica, quienes fueron los proveedores de las fotos que ilustrarán esta nota y sobre todo, de la experiencia.
«Nos dijeron que teníamos que venir con días de anticipación porque por la gente que viene para el Carnaval casi no íbamos a tener lugar y era real. Apenas pudimos conseguir una habitación en un hostel llamado El Balconcito», contaba Verónica mientras se tomaba un vaso de una bebida fría, rubia y espumosa.
Las expectativas eran muchas, el corazón se les aceleraba a medida que se iban acercando a Las Salinas. Para llegar hasta allí, fue importante contar que el guiado estuvo a cargo de Julián Tolaba, de la empresa El Andino. Una vez ya en el enorme salar, el guiado pasó a manos de Fabio Valdiviezo y él hizo su magia en Las Salinas.
«Hermoso, no tengo palabras», dice Esteban, que en realidad sí tiene pero que no vamos a escribir porque de la emoción que sintió no contuvo si verborragia. «Viajamos con franceses, japoneses, con gente que vino de Nueva York, Vero y yo no entendíamos qué decían pero en las caras se les notaba la misma felicidad que a nosotros».
Todo aquel que les diga que Las Salinas Grandes de Jujuy son lindas, no les crean. No hay palabras que alcancen a describir la belleza de ese paisaje y así lo relatan los santiagueños que las visitaron.