El Vía Crucis Viviente volvió a recorrer las calles de del barrio San Isidro la tarde del sábado. Jóvenes integrantes de la parroquia Santa Teresita fueron quienes realizaron la escenificación del acto de piedad, que volvió a ser presencial tras las restricciones de la pandemia.
La intención de realizar este acto era que los niños que forman parte de la parroquia vivan una gran experiencia de fe.
Partieron de la plaza del barrio San Isidro y fueron desandando las distintas estaciones del camino de Jesús a la cruz. Estuvieron atentos a todos los detalles como el vestuario, maquillaje y elementos de utilería en el rol que le tocó cumplir a cada uno.

El párroco Fredy Cáceres bendijo a los jóvenes, que al término de la representación compartieron una chocolateada con los niños y más tarde hicieron la evaluación con un refrigerio.
El vía crucis se trata de un acto de piedad, basado en la meditación de la pasión y muerte de Jesucristo, en su camino al Calvario. Se realiza el Viernes Santo y los viernes de la Cuaresma y refiere a los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su aprehensión hasta su crucifixión, sepultura y posterior resurrección.