El encuentro tuvo una convocatoria muy amplia, asistieron personas de todas las edades. También se desplegó todo un operativo por parte del personal de tránsito, para que el encuentro con todos los feligreses se desarrolle de la mejor manera. Por otra parte, dentro de la Catedral se contó con la participación de distintos curas, servidores y ministros de la eucaristía.
«Cada vez que hablamos de la muerte nos sentimos acongojados», mencionó el cura Manuel Alfaro en su reflexión por el día en el que Jesús es crucificado en la Cruz. Y también por los dos años más trágicos de la pandemia en dónde muchas personas partieron. También, el padre mencionó que hay que agradecer la entrega de Jesús, de su vida por todos nosotros.
El Viacrucis también representa una forma de caerse en la vida, el cansancio, la fatiga, de todas las personas. El cura, también llamó a la reflexión por la conmemoración del día de la muerte de Jesús. El viernes santo también es un día de profundo pensamiento. La segunda parte del encuentro contó con la adoración de la Cruz, el padre brindó las indicaciones para realizarla.
Teniendo en cuenta los protocolos de bioseguridad vigentes por el virus de covid-19. La adoración contó con una amplia convocatoria, de feligreses de todas las edades. Tanto adentro cómo afuera de la Catedral se pudo adorar la Cruz. El encuentro culminó con la procesión por las calles aledañas, en dónde la comunidad compartió con devoción y fe, el viernes santo.