El sushi no es para cualquiera y con esto no me refiero a cuestiones económicas ni sociales, es una cuestión de gustos o de paladar. Ariel Vargas, uno de los propietarios de Don Osvaldo
Don Osvaldo comidas, local gastronómico ubicado en El Carmen, se aventuró, hace unos años en acercar esta propuesta culinaria a Jujuy, con todos los riesgos que eso implica, pero por fortuna, la suerte estuvo de su lado. Hoy, junto a sus hermanos, Camila y Daniel son reconocidos en Villa Gesell por su gran talento para preparar sushi.
En dialogo con Ariel, encargado de cocina, contó que “este año fue un poco más movido ya que venimos con dos años con lo que ya todos conocemos, una pandemia mundial, pero siempre estamos dispuestos a afrontar nuevos retos y haciendo conocer nuestra cultura, platos y como así también la calidez humana que nos caracteriza a los jujeños”.
“La gente siempre será exigente a donde vayamos ya que, si bien en Jujuy no era tan conocido este plato, la gente misma te exige hasta ver a donde llega la imaginación y hacer un sushi más autóctono, más andino y sobre todo trabajar con productos jujeños o hacer los mismos platos de sushi con pescado cocido” explicó Ariel a la hora de contar sobre la preparación del plato oriental.
Por otra parte, reveló que el público de la Costa también es muy exigente al igual que “gente de muchísimos lugares del mundo que vuelve a probar el sushi que hacemos. Este año estoy trabajando con mi hermana Camila, que se encarga de los despachos ya es su segundo año. Además, quiero mencionar a un ayudante más, Francisco La Frossia, una de las joyitas por los caminos del sushi”.
En la Costa también está Daniel, que es el mayor de los tres hermanos y si bien todos trabajan en el mismo restaurant, Dani (como lo llaman de cariño) está abocado a todo lo relacionado con las pastas, pero conoce a la perfección la manera de trabajar de sus hermanos.
Consultado sobre la experiencia que significa la fusión de dos culturas completamente distintas, Ariel Vargas explicó que “me genera mucho orgullo, saber que un jujeño, no de nacimiento, pero si de corazón está mostrando su cultura y su calidez humana a turistas del mundo entero”, manifestó y seguidamente, contó una anécdota muy particular.
“Un turista fue a cenar con su mujer y pasó a saludar, a felicitarnos por nuestro trabajo y nos preguntó de dónde éramos. Cuando escuchó ‘Jujuy’ me dijo ‘tengo una cuenta pendiente con Jujuy’. Días después fue a cenar nuevamente y me dice ‘mira compré los pasajes, nos vamos a Jujuy” y eso a uno le va dando muchas ganas de seguir en este largo camino y sabiendo que estamos haciendo bien nuestro trabajo”.